domingo, diciembre 03, 2006

Borracho

Hoy domingo hizo un día hermoso. Yo tenía que terminar unas cosas en la compu para la facultad y me dio bronca ver lo lindo que estaba el cielo sin una gota de nube.

Cuando terminé al menos una etapa de lo que tenía que hacer, me fui a corregir parciales al aire libre. Cacé la bicicleta y me fui a costanera sur que me queda muy cerca. Me clavé un bondiopan al limón. De limón no tenía nada, pero supuse acorde que le tiraran un chorro de ese Minerva artificial. Acorde porque al menos, estaría ingiriendo una artificial diosa de la sabiduría.

Como había mucha gente escuchando música rítmica y populosa, me fui a una plaza sobre Alem que tenía sombra y mesitas. Me puse a corregir ahí.

Al rato llegó un borracho con pinta de homeless hablando a los gritos con sigo mismo. Reunió a tres borrachines homeless más y se sentaron en una mesa cercana. Por suerte pude seguir concentrado, pero al mismo tiempo me divertí cuando empezaron a cantar canciones a coro. Fueron de Piero hasta los Pericos, y hasta hubo improvisación, de impresionante calidad, que incluyó también mensajes autorreferentes.

Uno de ellos me pidió que le cediera un par de usos del desodorante que usé como apoyapapeles para que no me volaran los parciales, a lo que accedí con amabilidad.

Luego de un largo rato y tras ver cómo ahuyentaban a un par de señoras que jugaban a las cartas, procedí a emprender la retirada porque ya tenía frío.

Se produce el sigiuente diálogo con un segundo borrachín, que no era el que me pidió el desodorante:

Borrachín: ¿Aprendiste mucho? ¿Qué estudiás, abogacía?
Racter: Computación.
B: (con gesto de consejo paternal, y con su índice golpeándose la sien) Hay que ejercitarse. ¡Aprendé mucho!
R: Sí de todos modos estaba corrigiendo.
B: ¿Es Análisis de sistemas? Después si querés te enseño.
R: (Mintiendo sin que nadie le creyera) Bueno, el fin de semana que viene.

El borrachín del desodorante vino a saludarme y darme un beso. No pude evitarlo y lo saludé con un beso de mejilla.
Comencé a alejarme en la bici, cuando el borrachín que me ofrecía las clases grita:

B: Tenés que recordar siempre cómo funciona la compuerta AND y OR!