martes, diciembre 08, 2009

Mis crobios

Ella me contagió una costumbre: lavar el sachet de leche antes de usarlo. Quién sabe qué porquerías, microbios y bacterias se le pegaron en toda la cadena productiva.

Lo lavo, y luego lo seco con un repasador que no lavo hace más de un mes.

Pero bueno... son miiiiiiiiiis bacterias, miiiiiiiiis microbios y miiiiiiiiiiis porquerías.

domingo, diciembre 06, 2009

Tentación


Son muy tentadores los botones "aceptar". Incluso si uno está leyendo un artículo con un screenshot en pantalla, por un momento intentará clickear cualquier botón "Aceptar" que haya en la pantalla.

Filósofo

¿Existen doctores en filosofía con voz finita?

martes, enero 13, 2009

Manejo II

Otra maniobra de interés para el conductor metropolitano es la llamada "El guadañazo". Por alguna razón de la física de los fluidos discretos conscientes y de partículas ciegamente optimizadoras, el carril de la derecha avanza demasiado lento.

La respuesta: los malditos taxistas.

En fin. Debemos doblar a la derecha, pero si nos acomodamos una cuadra antes de la bocacalle de interés, tardaremos mucho en llegar. Entonces, nos alejamos hacia la izquierda. Uno o dos carriles. Los profesionales pueden incluso ir más lejos. Metros antes de la calle en la que debemos girar a la derecha, iniciamos la maniobra de aproximación infinitesimal para llegar al segundo carril. Si hay alta densidad de taxis, se puede aumentar el delta de aproximación por unidad de tiempo. Los taxistas harán como que no nos ven acercarnos, pero no nos chocarán. Con esto, estaremos en el segundo carril (comenzando de la derecha) peligrosamente cerca de la intersección.

En un rapto de audacia, elegimos el agujero más grande que haya en el flujo de los autos del carril más diestro. Una vez elegido, nos tiramos hacia él. Siempre con aproximación infinitesimal, pero de alto ímpetu. La mayoría de las veces, deberemos adelantar a un vehículo (probablemente lento) y girarle delante de sus perplejos ojos (con suficiente distancia, suficiente velocidad y suficietne luz de giro). La curva que dibujamos es una curva abierta, que peligra de estamparse con el cordón que queda a nuestra izquierda luego de doblar. Una especie de bola curva de pitcher beisboilsta. Funciona.

Esta maniobra la mayoría de las veces incomoda al copiloto y encierra al conductor vecino.
Lista de puntajes de maniobra:
  • Auto conducido por señora o auto con niños: 0 (cero) puntos
  • Auto caro con señor bigotudo de traje que habla por celular: 100 puntos
  • Colectivo: 200 puntos
  • Taxi: 1000 puntos
  • Taxi que se enoja: 5000 puntos
En caso de enguadañizar a un taxista, el sindicato me obliga a reducir la velocidad de mi maniobra, sólo con fines de impacientar al preto é amarelo.

En caso de encerrar a alguien que nos cae muy mal, se aconseja seguir la maniobra de un amable gesto con la mano que envíe el mensaje "gracias por su amabilidad". Esto no tranquilizará a la víctima pero anulará toda capacidad argumentativa de su parte. Esta maniobra discursiva aikidoka se llama "demotivación airado-airoso". La analizaremos oportunamente.

Manejo I

Una de las maniobras más útiles del manejo automotor es la maniobra de aproximación infinitesimal.

Ante la presencia de un chorro continuo de automotores que nos impiden
  • cambiar de carril y esquivar al colectivo que nos bloquea desde hace minutos,
  • o para salir del estacionamiento junto al cordón,
  • o para cruzar una intersección que fluye impertérrita,
debemos avanzar imperceptible pero constantemente. A una velocidad de un milímetro por siglo, pero sin detenernos. El espacio para que pase el flujo de autos se achica, se ajusta y cada conductor obtiene desde lejos una situación que no se altera. Ninguno verá un movimiento brusco. Ninguno tendrá una sorpresa. En el tiempo en que avanzamos 10 centímetros, diez autos pasan frente a nosotros.

En algún momento, un auto pasa "echando un fino". El que lo sigue, confiado de la audacia de su predecesor, lo imita, y echa un fino infinitesimalmente mayor. Llegará el turno del que, desde lejos, se espanta de la audacia circundante, y frena para pensar. En ese instante hemos logrado cortar el flujo, y avanzamos sin demora pero sin chirridos.

viernes, enero 02, 2009

Electricidá

Tengo la suerte de que mi viejo me enseñó cómo funca la electricidad. Recuerdo cuando (durante todo un año completo) nos colgábamos de los cables de luz de la calle de enfrente revoleando un gancho de carnicero (con un aplique soldado de cobre en forma de puntita que pinchaba la ailsación del cable) y conectábamos toda la casa (ansiosa de consumir). Él enroscaba los cables con los dedos, ante la mirada atónita de los transeúntes que hacían oooooOoooOoOOh!

Me explicaba que eso se puede hacer si uno tiene los dos cables completamente pegados uno al otro. La electricidad, como la luz, elige el camino más barato para "desplazarse". Piensa "Yo me mando por el cable, ¡mirá si voy a estar atravesando toda la grasa (de ham)burguesa del cuerpo de ese chabón!". Me explicaba también que conviene pararse con los pies en 45 grados, apoyados sólo sobre el borde externo, para así reducir el área de contacto con la tierra. La tierra está cargada negativamente, y si uno agarra un cable vivo y está tocando tierra, he aquí que no hay cable más eficiente que la carne del pobre tipo, y la electricidad pasa por él en su búsqueda del otro polo.

El otro día, un cumpa (a quien aprecio muchísimo) me cuenta que para verificar que podía agarrar en patas la heladera, hacía un saltito y tocaba la chapa de la heladera mientras estaba en el aire. Supongo que él pensaba que si la heladera estuviera "dando electricidad", le daría menos que si él estaba en contacto con el piso. Correcto. Pero le da tanto menos que resulta cero. Luego, tras la verificación, se disponía a agarrrarla (con tres errres) sin cuidado, con sus pies planos sudados en completo y promiscuo contacto con el sopi.

El consejo es simple: nunca sean el cable que conecta un cable vivo (con corriente) con el planeta tierra, paredes, caños o materiales conductores que hacen contacto con él.

Dixit.

Encandile

Odio las luces azuladas violentamente fuertes de los autos modernos.
Normalmente doblo el (mugroso) espejito retrovisor externo hacia adentro para que no me maten los ojos.

Zoncitas

El diario La Nación me manda un mail "¿Qué tipo de mujeres te gustan?" (o algo así). Cliqueo y veo que me propagandean el sitio Zonacitas.com. Yo leí mal y entendí Zoncitas.com y pensé que habíamos llegado al colmo de la segmentación de mercado.