lunes, diciembre 22, 2003

No hay nada más out que haber puesto mi nombre en lugar de un seudónimo cool.
¡Qué placer tan grande es que el autor del prólogo se acerque peligrosamente en nuestra admiración al autor del libro!

viernes, diciembre 12, 2003

¡Doh! Estaba en los Ángeles. Por eso la siesta de diferencia. Me fui a mis Buenos Aires, querido. ¿Funcará el achetemele acá? A ver. Soy un negrito.
Hmmmm... se ve que tardo mucho en pensar lo que escribo. Se me recolgó esta porquería. ¡Bacú osten, bacú osten, gud fela!
¿Qué carajo de hora pone esta porquería en la "fecha de publicación"? Me retrasa más o menos una siesta de sábado después del asado y con mucho que estudiar. Más o menos una noche de Neustadt con yapa. Unos 75 grados de sol (y algunos menos a la sombra).
Hoy descubrí algo terrible oscuro y venenoso que me fue oculto desde hace mucho tiempo. Este ocultamiento, esta feliz ignorancia fue posible quizás gracias al aval de mi subconsciente, que a modo de coraza protectora de dolores demasiado violentos, evadió incursionar con profundidad en tales aspectos: ¡No existe un estándar para el orden de los cubiertos en los tres compartimentos del primer cajón de la cocina!

Viví todo este tiempo engañado. Este descubrimiento maldito agrega una condición a la lista de compatibilidades que debo verificar en esa mujer de mi vida que se niega a mostrarse sino por planos parciales, inconclusos, esquivos, tentadores pero infieles. Una nueva variable. Una nueva dimensión. Con sus seis posibilidades, hace que en el más estable de los universos uniformes, yo deba descartar cinco de cada seis mujeres de mi vida. ¡Cuando todavía no encontré a la primera!

En lo profundo del hueco de la desesperanza, hice una encuesta. De cinco personas, obtuve todas respuestas distintas, y no fue por una grata uniformidad, sino porque me expulsaron de un codazo de mi hemosa perfección matemática y me dieron dos respuestas fuera de la belleza factorial. El mundo es cada vez más negro. O cada vez más gris, que es peor.
Vocación. ¿Qué es la vocación? ¿Cómo se llama cuando uno se entrena en ariscos terrenos para lograr su objetivo final en el futuro? Cuando maquiavélicamente incursiona en proyectos que no lo enriquecen más que en el aprendizaje de las herramientas que tratará de poner al servicio de la humanidad. ¿Puede decirse en ese momento que uno está compliendo su vocación?