jueves, septiembre 22, 2005

Guardar como...

Una manifestación de informáticos y computadores, iluminados repentinamente por descubrirse agraciados por la existencia del "guardar como..." y en un desborde de agradecimiento al universo, marcharon hoy al obelisco a festejar la existencia de tal operación de clonación de sus objetos de estudio.

Repentinamente supieron de su fortuna comparándose con otros profesionales como los cirujanos, quienes no pueden clonar a su paciente previendo infortunios en los procedimientos para luego tirar al muerto, restaurar la copia de respaldo y reintentar la operación.

Marcharon voceando "Guar-dar-como!" y algunos otros cánticos que rozaban lo futbolero.

Quitando un principio de reyerta que comenzó por quejas de los transeúntes, la manifestación se produjo en calma. En el episodio, un transeúnte se habría quejado de la inconveniencia del aglutinamiento de gente. El Señor Sinestesia Veloz (ringo@muxa) le habría contestado "Ehhhh! Ingrato!" sin pasar a mayores.

Una vez en el obelisco, se realizó un ato solene en el que se dijeron unas palabras abusivas a cargo de Racter. La parte más encendida del discurso se dio cuando Racter denominó "estúpidos imberbes" a aquéllos que usan "guardar como..." cuando simplemente tienen que copiar un archivo, haciendo en consecuencia uso excesivo de recursos, tardando más de lo necesario y pervirtiendo la fecha del archivo original. Un sector de la plaza fue expulsado ipso facto del festejo, marcando un quiebre definitivo entre los defensores del "guardar como..."

Disfraz

Así como el servicio de grúas de tránsito sólo funciona si el tránsito no funciona, o sea que sólo sobrevive si no logra su objetivo, así las fiestas de disfraces están condenadas al fracaso. En virtud de poder presentarse y demostrar ser un invitado, uno debe tener un disfraz ineficiente, que permita observar la identidad del enmascarado.

martes, septiembre 20, 2005

e-xpulgarse

En una época el hombre era tan primitivo que pasaba el 90% de su tiempo dedicándose a susbsistir. Cazar la comida, construir las armas, despiojar a los compañeros de manada, cuidar el territorio que consideraba propio.

Luego evolucionó, y nació la especialización. El despiojador a domicilio se tornó eficientísimo. Despiojaba a granel por unos mangos. El hombre comenzó a usar aparatos que no sabe cómo funcionan. Al mismo tiempo cada hombre dedicó el 50% de su vida a arreglar una especie particular de aparato que le resulta de sumo interés. Le brindó el servicio a toda su tribu. Todo compensó, y cada uno tuvo un 50% del tiempo libre, en lugar de un 20%.

La era de la inforamción intensificó esta inclinación. Lo acercó demasiado a sus pares. Todos están a su lado. Todo el tiempo. Siempre puede averiguar cómo funcionan las cosas. Todos los gurues sobre temas de su interés están a un cable de distancia. Un cable asincrónico y silencioso. Por su ventana digital le salpican las gotas de la lluvia informativa global diaria. Se interesa en todo. Se anota. Se suscribe. Se parasita. Es víctima de la gula informática. Pero su cerebro no alcanza a digerir lo que la gula le hizo comprar. Sus ojos no mastican a velocidad suficiente. Llueven las ofertas. Las noticias. Las deseadas y las intrusas. Vendedores ambulantes vocean y pregonan pero no se ven entre ellos. Son remotos. Son ausentes. Son miles. El amigo cuentachistes está siempre a nuestro lado. Y es diez mil amigos cuentachistes. Las orejas se llenan de SPAM. De polución informativa, de generosidad zozobrante. Toda la putísima especialización junto con el entusiasmo del especialista y su fervor divulgativo es una pila de bosta que ahoga de generosa. Es un ¡"niño! ¡come más!" de abuela pero de veinte millones de abuelas. Veinte millones de abuelas que hacen "pirubín" con sus popups de chateo el microsegundo posterior a que el infeliz se loguea.

Hoy el hombre gasta el 90% del tiempo despiojando su bandeja de entrada.

sábado, septiembre 17, 2005

Espión

La espié un poco. No me gusta caer tan fuera de contexto. La espié a la distancia. Brilla. Ilumina. Ahora me voy a contertuliármela. Me voy alegre. Hace mucho que no la veo. Y quiero leer sus palabras en sus mejillas. No desconfío, para nada. Pero es más lindo ver la felicidad en la piel que en las palabras.

En un rato nos vemos.
Beso.

¿Comienzo con esto mi proyecto de reactivación de amistades abandonadas?
Espero que sí.

Feliz cumple.

viernes, septiembre 16, 2005

Rompiose

Se me soltó algun tornillo,
un buje o algún burlete
del fantástico templete
que adornaba mis escritos.
Manyándome mis pruritos
decidí hacer un delete.

Volveán las golondrinas,
los adornos, molinetes.
Chiflidos y firuletes
que en verdad son secundarios.
Los escritos, al contrario,
postearé en un periquete.

Sabrá el lector disculpar
el cambio de lucanfil
quizás un poco infantil.
Siempre aposté a la palabra
por momentos medio magra,
por momentos muy febril.

jueves, septiembre 08, 2005

Tribunales

Las chicas de Tribunales tienen el ceño fruncido. Vienen con cara de declaración jurada. En cambio las belgranenses tenían cara de día de la primavera.