viernes, enero 04, 2008

Inexistente

A veces me da por intentar ser inexistente. Me fijo de dejar las puertas exactamente en la mismísima posición en la que estaban antes de que yo las abra del todo para pasar por ellas. Me fijo de no hacer ruido. Intentar dejar el mundo exactamente en el mismo estado que tendría sin mi pasaje por él.

El objetivo máximo es diametralmente opuesto, con el agregado de que las mellas que uno deje sean positivas. Pero por algunos momentos, me gusta el juego de la inexistencia.

2 comentarios:

Andre dijo...

Pero... qué juegos raros que juega don Racter! Y lo juega en su dpto, donde por ejemplo, no vive nadie más que Ud?
Es que está practicando para algo en el futuro???
Mire, que resultó tener prácticas extrañas Ud, eh!

Racter dijo...

Lo juego en la vía pública, o en zonas donde socializo, como la oficina.

El disparador es siempre ver la mugre que dejaron otros. Esa nimiedad que, multiplicada por 38 millones de argentinos, genera una mugre pataleante.