Ella me contagió una costumbre: lavar el sachet de leche antes de usarlo. Quién sabe qué porquerías, microbios y bacterias se le pegaron en toda la cadena productiva.
Lo lavo, y luego lo seco con un repasador que no lavo hace más de un mes.
Pero bueno... son miiiiiiiiiis bacterias, miiiiiiiiis microbios y miiiiiiiiiiis porquerías.
2 comentarios:
Juaaaaaaaaaa! Yo conozco a uno que hace lo mismo. Ahora no creo que tenga un repasador que junte germanes desde hace un mes. De ninguna manera, el Sr Frasco es demasiado asceptico para eso.
Y Roberto de algo hay que morir, hombre! Si con el sachet y el repasador no te alcanza... chupate un naranju, queres!
Sí... si sobrevivimos al Naranjú, tenemos anticuerpos para toda la cosecha. Deberían darlo como vacuna preventiva a todos los niññññños.
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