1. Los comerciales con "niños tiernos"
Los niños son tiernos cuando se descuelgan con una ocurrencia. Cuando
la ocurrencia viene de un adulto y en el medio del set de grabación el
pendex ya la practicó setecientas veces, no es para nada tierno. Es
más, me dan ganas de cometer asesinato. Pendecidio.
Y si son del estilo cancherito, peor de peores.
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