lunes, marzo 29, 2004

Predecir

Me cansé de predecir. Me cansé de estimar. Me cansé de escatimar también. Pero sigo sin poder sacudirme los infinitos de la cabeza. Tengo ganas de no pensar las quichicientas movidas adelante y poder mover un trebejo como lo sienta con la yema de los dedos.

Me viá a arepentir. Ya sé. Me viá sentir responsable. Pero quizás por una vez, quizás por un ratito, cuando naides me vea, voy a hacer sin pensar en las consecuencias.

¡Están todos avisados!

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