En la empresa de Emmet sucedió lo siguiente:
Pausado, vacilante y solemne, con las yemas de los dedos de
las manos opuestas apareadas, y la vista baja:
- En virtud del escenario en el que se desenvuelve la
empresa, y en aras de su recuperación, los invito a que
sumen su esfuerzo y sacrificio a la cultura del desafío.
Sin vacilar, rantifuso y orillero:
- Yo vine a trabajar, y no a una lucha. ¡Si quiere un
especialista en desafíos, contrátelo a Karadagián!
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