lunes, agosto 23, 2004

El tupé de existir

Chizita me reta por mi silencio, mi ausencia, mi estado nulo, vano, vacante, hueco, ocioso, abismal, inerte, etéreo, vacío. Le conesto.

Acepto el reto.

Uno debe hablar con acciones y no con palabras.

Usted no se da cuenta, pero está siempre en mi cabeza. En un rinconcito muy acogedor, con calor de hogar pero con gorrito de chizito. Con una luz amarillenta que haga pensar en un hogar de leños, como esa luz que rebotaba en su generosa biblioteca aquél día que me mostró los oseznos de su pijama.
Ahí en su cueva hobbit usted se afana a sus quehaceres domésticos (¡A usted le parece! Pobres quehaceres domésticos).
Y me acompaña, y me cuenta chistes. Y me deslumbra con su capacidad de asociación ilícita (Lo dicho, usted es una criminal).

Váyale este Lero Lero por su reto injustificado, en demostración de que a malosa, maloso y tres cuartos. El Lero Lero le resbalará como sé que le resbalan tantas cosas, porque usted no sabía que ha sido clonada y teletransportada a mi subconsciente. Así que, en virtud de su ignorancia sobre la cercanía a mí de su clon, bien merece el derecho a quejarse y enviarme este chiflido que despierte mi verborragia.

¿Ha visto? Su clon es mi concubina. El cubil, lejos de contenerme entre cuatro paredes, es contenido por mí, así que pordía quizás llamarse subcubina, endocubina, incubina, íncuba or súcuba, e incluso peores porquerías.

Es usted incapaz de evitar tal subcubinato. Usted se ha tomado la libertad de existir, que es una libertad no menor. E incluso pretende manipular su existencia, doblar su destino a voluntad, y hacer camino al andar. Sin embargo, al comunicar su existencia, ha gestado múltiples existencias que cobrarán vida propia. Existencias que tendrán un comportamiento básico que será inalienable, pues deben responder a vuestra naturaleza (decir "su naturaleza" resultaba ambiguo). Sin embargo, estas existencias colaterales (si usted se permite la soberbia de llamarse central) responden en cierto modo a voluntades de sus continentes (recuede que estaban contenidas en infinitud de cuevas hobbit subconscientes de mentes que han leído, oído, visto o supuesto su existencia). Para que observe usted lo desleal de las voluntades de sus existencias-clones, me permitiré comentarle que su existencia dentro de mí tiene una relación bastante bondadosa para conmigo, llegando a ofrecerse a situaciones que traspasan los límites de las que se hacen llamar buenas costumbres. Situaciones que se mofan de la pobre señorita Decencia.

¿A usted le parece prudente desperdigar tal población de existencias que viven suburbanas al orden establecido? ¡Promiscuas y alborotadoras!

¡Y ENCIMA LA SEÑOOOOOOOOOOOOOORA TIENE EL TUPÉÉÉÉÉÉ DE CLAMARSE ABANDONADA! ¡SEDUCIDA Y ABANDONADA!

Sépase seductora.
Goce de las ternuras que emanan sus clones, y diviértase con sus (de nuevo ambiguo) chistes, que imitan a los suyos, pero con un dejo de imitación de calidad pobre, como si se oyeran en ocho kilohertz, eléctricos, a la distancia.

Sépase.
Me pasé.

No hay comentarios.: