miércoles, septiembre 29, 2004

¡Macumba!

Hoy llegué a la oficina y las lágrimas de mis perplejos ojos reflejaron su sonrisa indeleble. Su sonrisa indeleble por causa del rigor mortis. Alguien asesinó a mi Apu del Jack. La criminal soga rayaba su cuello inocente. Su inmutable gesto quedará en mi memoria como un abrojo en el pullover de lana. Punzando mi existencia por el resto de mis días.

Encontraré al culpable de este crimen aunque sea lo último que haga.

buelba brontos

Encuentre el apellido de un ex-ministro del gobierno nacional, principal sospechoso del crimen, oculto en el texto

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