viernes, marzo 11, 2005

Tortuguitas, viste?

Ringo habló de historias de tortugas

Acá hay más historias de tortugas.

- Yo tenía una tortuga y la guardaba abajo del horno (apagado). Un día descubrí la paja y me olvidé de la tortuga, y la descubrí un año después, debajo del horno (usado varias veces).

- Un vendedor morenense de tortugas de estación (de tren) las ataba con un piolín (como él) de la pata trasera y las ponía en la misma dirección pero en sentidos opuestos, mientras pregonaba satisfecho. Quedaban con la patita levantada, tensando el hilo. Nunca lo vi vendiendo más de dos.

- Un amigo mío tenía una tortuga que le cabeceaba la pata de la mesa del comedor, y se la corría de lugar (durante la noche).

- Una ex novia tenía una tortuga velocista. Iba a velocidad tortuga hasta que veía a otra tortuga intrusa recientemente adquirida por la franciscana familia. Casi podías escuchar "speed demon" cuando corría presta a matarla a pictotazos (la tortuga vieja a la nueva, mi novia no participaba de la camorra).

- Mi tío hippón que vive en España cortó parte del caparazón de una con la cortadora de césped, pero la llevó al dentista que se lo arregló con esa pasta color encía. El caparazón vestía una eterna sonrisa que alegraba a la mano que le daba de comer.

- En el barrio chino de Belgrano hay un supermercado que huele mucho más a chino que el resto. A chino acuático más bien, o a chino mojado al menos. Está al lado de Palitos, y yo aguanto la respiración cuando paso por la puerta. Al fondo de todo venden tortugas acuáticas vivas (o con cara de vivas al menos).

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